Nuestra caja mágica
Hoy quería compartir mis sentimientos y un poco de mi forma de
pensar.
Hace relativamente unas semanas, en la Lanzadera de Empleo, nuestra coaching
nos hizo un "ejercicio”, donde todos los integrantes de la Lanzadera nos
sentamos haciendo un círculo. Una vez hecho esto, dicha coaching nos enseñó una
misteriosa caja afirmando que esta era mágica. Tras aquello, nos pidió que
cerrásemos los ojos, quedásemos la mente en blanco y pensáramos en esa persona
importante en nuestras vidas, esa persona que tiene un gran valor para
nosotros. Cada uno de los presentes pensó en un familiar, pareja o bien
amistades.
Transcurrieron unos cinco minutos desde entonces, todos o casi todos teníamos
a esa persona especial en nuestro pensamiento y nuestra maravillosa coaching nos
dijo, "primero se levantará uno, abrirá los ojos y tras observar el interior
de la caja se sentará, volverá a cerrar los ojos y tocara el hombro del
compañero de al lado para que se levante y así él también pueda observar a esa
persona tan especial en su vida”.
Todos fueron levantándose, llevando a cabo el cometido tras observar el “mágico”
interior de dicha caja; en mi caso, estaba nervioso pues con tantas personas importantes en
mi cabeza no sabía qué narices vería dentro de aquella dichosa caja que conseguía
hacer escuchar a los presentes que aun
no se habían levantado, la emoción y alegría de quienes ya experimentaron la “magia”
de esa caja. Y es que sin ni siquiera darme cuenta llegó el momento, tocaron mi
hombro, debía abrir los ojos, levantarme y acercarme.
Supongo que quien esté leyéndome ahora se estará preguntando que habrá
dentro de dicho objeto para tanto espectáculo, y es que tras abrir la caja
observe un espejo cargado de tanta magia que conseguí “ver” a muchísimas
personas, pero de entre todas ellas solo miré a una sola, una sola persona que
consiguió sacarme una sonrisa de emoción y alguna lágrima. Yo.
Y es que era cierto, esa caja era mágica porque lo que estaba dentro
preparado para mí era algo increíble, consiguiendo emocionarme, al menos un
poco.
Pero, ¿por qué me emocioné? No era para tanto, o quizás eso sería para a
algunos excepto para mí. Y es que tras observarme a mí mismo volví a tenerme en
cuenta, ya que me tenía “perdido”, de nuevo.
Y en cuanto a dicha referencia en tenerme “perdido”, he de decir que es
debido al poco interés en mirar por mí. No ser egoísta conmigo
mismo.
El observarme fue un cúmulo de sentimientos que me hicieron recordar un
pasado que en su día fue dañino, y entonces caí en la cuenta, de nuevo.
Lo que hoy somos es gracias a todo lo que hemos vivido, superado y
aprendido. Me hizo entender que en la vida siempre tendrás a compañeros, unos
nuevos, otros que se van de tu lado con o sin explicación, dejando huella o
cicatriz, y otros que permanecen contigo apoyándote en todo aunque las cosas se
tuerzan en algún momento.
Pero de entre todas las personas con
las que convivamos a lo largo de nuestras vidas solo hay una a la que le
debemos gran respeto y especial interés. NOSOTROS MISMOS.
En la vida, somos nosotros esa persona especial, pues nadie nos dirá un
sincero “te quiero” como nos lo diríamos a nosotros mismos frente al espejo, algo que muchos como yo, deberíamos de aprender aún más. Todos somos
importantes, nadie es más que otro y tampoco menos.
TODOS SOMOS IMPORTANTES E IGUALES.
“A menudo las personas
dicen que aún no se han encontrado a sí mismas. Pero el sí mismo no es algo que
uno encuentra, sino algo que uno crea”. – Thomas Szasz
Qué bonita reflexión. Yo sentí lo mismo cuando abrí esa caja, "lo más importante para mí entonces...soy yo?" me dije y ahí empezó una etapa de auto valoración y crecimiento personal muy importante.
ResponderEliminarFdo. Rosa Ana.