Mi mejor amigo

Mi mejor amigo tiene complejo de albino, pero no lo digo porque sea casi blanco, y digo casi por eso de tener alguna que otra mancha de color café con leche en su cuerpo, sino por sus claros y ojos azules que simulan el inocente, aunque de igual manera, hermoso cielo, acompañados de dos grandes pupilas que se asemejan a las puertas hacia otro universo, cerrándose y abriéndose a partir de sus sentimientos.
Mi mejor amigo llegó dándome una paliza de muerte a mi vieja alma poniendo en contacto nuestras miradas.
Yo, a dos tercios del dulce y decadente camino a la depresión.
Él, a medio camino de la desesperación por encontrar a alguien que le otorgue afecto y atención.

De manera suave y amistosa, este me ofreció sus caricias. A mí, ¡el ser más indeciso e inseguro de este puñetero mundo!
Pero de lo que estoy seguro es del hecho de poder llegar a sentir su mundo y sus miedos.
Llamadme raro, pero este pequeño y yo encajamos desde bien pronto. Quizás fuera porque yo le necesitaba a él o él me necesitaba a mí, pero, en ambos casos, los dos nos hicimos grandes e inseparables amigos.
Él me quita de estudiar durante unos minutos y yo le jodo sus letargos sueños con bromas sobre sus orejas.

Newman, así se llama mi mejor amigo.
Newman.
Newman el felino.
El felino y el hombre.
El hombre y el felino.
Y ahora, cómo era eso de que el perro es el mejor amigo del hombre?